lunes, 3 de octubre de 2011

Una de las especies que genera una particular preocupación es el cotizado atún rojo, una especie de gran importancia dentro de la pesca mediterránea durante los últimos 1 000 años y que hoy se encuentra amenazado por la sobreexplotación a nivel regional.

Las capturas de este pez (también conocido como atún de aleta azul) alcanzaron las 39 000 toneladas en 1994, pero en 2002 habían descendido a casi la mitad, unas 22 000 toneladas.

En la actualidad el atún rojo supone tan solo el tres por ciento de las capturas mediterráneas, pero su importancia económica sigue siendo alta debido a la fuerte demanda internacional, en especial debido a la preparación de "sushi" y "sashimi" (especialidades culinarias japonesas).

Solo la demanda anual en Estados Unidos alcanza las 24 000 toneladas, una cantidad mayor que la obtenida en un año en el Mediterráneo.

El "engorde del atún"

El problema de la sobrepesca se ha agravado con la captura de ejemplares de atún rojo destinados a la acuicultura.

También conocida como técnica de "engorde del atún", se trata de un proceso en el que los peces jóvenes son capturados, encerrados en criaderos y engordados con técnicas de acuicultura para su posterior comercialización.

La FAO estima que la producción de atún rojo gracias a esta técnica es de unas 25 000 toneladas anuales, frente a las 10 000 toneladas de hace tan solo cinco años.

Los países donde se concentra el mayor número de estas "granjas marinas" son Croacia, Malta, España y Turquía.

Según los expertos del organismo de la ONU, esta práctica suscita una viva preocupación, ya que supone incrementar la presión sobre una población íctica que ya de por es frágil debido a la sobreexplotación.

Al mismo tiempo, la captura de atunes jóvenes no suele incluirse en las estadísticas oficiales, dificultando así los esfuerzos de evaluar correctamente el estado de los recursos pesqueros.

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