miércoles, 28 de septiembre de 2011

"el lince"

 
Nombre Científico: Lynx pardinaNombre vulgar: Lince Ibérico
Clase: Mamifero
Orden: Carnívoros
Familia: Félidos


El lince ibérico es un felino de aspecto delicado, con patas largas y una cola corta con una borla negra en el extremo que suele mantener parada moviéndola de lado a lado en momentos de peligro o excitación. Sus orejas puntiagudas están terminadas en un pincel de pelos negros rígidos donde su función seria la de descomponer la redonda silueta de su cabeza, aumentando de este modo su camuflaje.

También son características las patillas que caen de sus mejillas y que aumentan cada vez más de tamaño a medida que aumenta su edad. Los más pequeños carecen de patillas y casi de pinceles y en los individuos de un año ya aparecen las patillas, aunque más cortas, que apenas cuelgan por debajo de la barbilla. Las patillas y los pinceles de los machos son mas grandes que los de las hembras. Su coloración varía de pardo a grisáceo con los costados con manchas negras.
Con respecto a su peso el macho adulto llega a pesar 13 Kg.

Alimentación:
La alimentación de este félido son fundamentalmente los conejos, completándola con otros lagomorfos como las liebres, roedores (ratones de campo, lirones, topillos), escasas aves y reptiles y, ocasionalmente, jóvenes y viejos ungulados.

Habitad:
Al lince ibérico lo podemos encontrar en el bosque y matorral mediterráneo, en zonas muy restringidas de España y Portugal, aunque en Portugal parece que se ha extinguido, bien conservadas, y aisladas de la actividad humana. Este tipo de hábitat le proporciona refugio y pastos abiertos para cazar conejos, que estos forman el 90 % de su dieta.
El tamaño del territorio está condicionado por la abundancia de presas potenciales, pero como promedio ocupa unos 10 km². En zonas ricas en alimento, el territorio del lince será algo menor que en zonas pobres.

Costumbres:
En la mayoría de los casos, el lince ibérico es un animal que vive de manera solitaria y nómada, mostrándose más sociable en la época de celo. Es un gran cazador. Se aproxima sigilosamente a la pieza y salta sobre ella con rapidez. Con menos frecuencia espera oculto a que pase cerca una pieza. Cuando las temperaturas máximas aumentan, los linces pasan más tiempo descansando, al contrario que cuando hay precipitaciones. Los linces juveniles son básicamente crepusculares y diurnos, con un aumento de su actividad nocturna después de su primer año de vida. Durante el invierno, los linces pueden tener actividad durante las 24 horas del día, contrastando con sus hábitos casi estrictamente nocturnos en verano.

Causas de su disminución:
El lince ibérico se ha restringido históricamente a la península ibérica, donde era abundante y a Francia meridional. En el pleistoceno la península fue evidentemente un refugio para el conejo, y hoy la raza que ocupa esta área es solamente la mitad de la talla de sus congéneres de centroeuropa. La Península Ibérica es la única zona de la región paleártica que tiene una alta densidad de lagomorfos, conejos.

El lince ibérico se declaró especie protegida en 1966.

La población va cayendo en los últimos 10 años en más de un 50%. Habían 31 zonas en las que habitaba el lince en 1960, y ahora solo quedan linces en 8. Sólo en puntos muy concretos parece que la especie se ha mantenido en buen estado.

El lince va perdiendo territorio debido generalmente a las infraestructuras humanas, y de esta manera las poblaciones se van separando paulatinamente unas de otras hasta llegar a estar totalmente incomunicadas, fragmentadas y aisladas por barreras de distintos tipos que impiden el intercambio genético entre poblaciones. Éste ejemplo en uno de los más claros de fragmentación de área y uno de los problemas actuales más importantes para la conservación de la especie.

Además de la incomunicación de las poblaciones, se enfrenta a otros problemas, como los siguientes:

* La caída de la población del conejo por enfermedades tal como la mixomatosis o la neumonía hemorragicovírica.

* La pérdida de su hábitat, típicamente de zonas de cobertura vegetal densa y baja densidad humana, a la que han afectado también las repoblaciones con especies de crecimiento rápido (pino y eucalipto) que son incompatibles por razones de alopatía con el desarrollo del de matorral, así como la ganadería intensiva, con la consiguiente sobreexplotación del estrato herbáceo, que limita a su vez las poblaciones de conejos.

* La caza indirecta y los métodos no selectivos de caza, como los cepos y lazos.
 

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