EL ÑANDÚ
Pertenece a la Familia Rheidae.
No sólo su aspecto es peculiar: muchos rasgos de su anatomía y algunas costumbres atípicas lo agrupan, junto con avestruces, casuarios, emúes y kiwis.
Los ñandúes habitan sobre todo en estepas y sabanas, pero también en montes, en bosques y en praderas.
En América del Sur existen el ñandú común y el ñandú petiso. El primero habita sobre todo en el centro y en el nordeste de Argentina y el segundo en la franja cordillerana del Noroeste y de la Patagonia.
Se lo llama el avestruz americana. Y fueron los guaraníes quienes lo denominaron ñandú o churí.
Prefieren las llanuras a los bosques, y en ocasiones recorren a saltos o carreras, en grupos de hasta treinta.
Si no se los molestan, se acercan a los lugares habitados, pero en las zonas en que se los caza, se tornan huraños, ariscos, y corren a gran velocidad, extendiendo sus alas hacia atrás, y cambiando de dirección, estirando una de las alas, para usarlas para lograr ayudarse con el viento.
El gaucho y el indio los cazaban usando boleadoras (lazos de tres ramales con tres piedras en sus extremos), para lograr detenerlos en esas carreras veloces. Y si se los enlaza, hay que acercarse con precaución para evitar coces que pueden sorprender al cazador.
Si anda tranquilo, tiene andar grave y majestuoso, con la cabeza y el cuello enhiestos. Se alimenta de hierbas, bajando su cabeza y largo cuello. También se alimentan de granos, pan, moscas e insectos que atrapan en el aire; a veces no desprecian elementos de metal, monedas, piedritas.
Si en una chacra se cría un ejemplar, se hacen mansos y familiares, y revisan todos los lugares con curiosidad. De polluelo, llegaron a usarlo como alimento. pero la carne del animal adulto no sirve para comer.
Si bien no está en extinción, es una especie vulnerable, pues esta ave ha sufrido una importante reducción de ejemplares.